El ministro de Agricultura de Cuba, Ydael Pérez Brito, trasmitió este viernes la disposición del Estado cubano de compartir las experiencias y conocimientos de los agricultores y científicos cubanos para contribuir al fomento de producciones cooperadas de alimentos entre los países que integran la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América-Tratado de Comercio de los Pueblos (ALBA-T).

Durante la I Reunión de Ministros de Agricultura y Pesca del ALBA-T, que sesionó en Venezuela, Pérez Brito calificó de grave la crisis alimentaria en desarrollo a nivel global y opinó que demanda una respuesta concreta, rápida, dinámica y eficaz.

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Recordó que el recrudecido bloqueo de los EE.UU. contra Cuba, Venezuela y Nicaragua impide el a financiamientos, medios y tecnologías. Pese a ello, hay voluntad política para mejorar las producciones, recalcó, y dejó ver que se comenzarán siembras concretas para alcanzar de manera más expedita los propósitos de esta iniciativa.

Expresó que aun en medio de complejidades impuestas por la guerra económica de EE.UU. y el contexto internacional, Cuba logró modestos resultados en la producción alimentaria gracias a la aplicación de políticas de desarrollo local e incentivos económicos y fiscales, así como la adopción de enfoques innovadores para hacer frente al cambio climático y la modificar la matriz energética.

Añadió que Cuba dispone de una ley de soberanía alimentaria que empodera a los municipios en la búsqueda de alternativas para potenciar producciones a nivel local.

Continuamos la entrega de tierras gratuitas en usufructo a los productores, para incrementar los rendimientos y estabilizar la fuerza de trabajo en los campos, en particular los jóvenes, refirió el funcionario, quien destacó que a partir de necesidades comunes se han identificado soluciones innovadoras y con sello latinoamericano.

Los debates de la Expoferia AgroALBA y la reunión de Ministros de Agricultura y Pesca del ALBA-T se enfocaron en adoptar una estrategia concreta para impulsar producciones, alcanzar soberanía alimentaria y proteger a las economías locales del impacto de los aranceles de Donald Trump y las medidas de presión de EE.UU. Al mismo tiempo, se busca garantizar un disfrute más efectivo del derecho a la alimentación de los pueblos.

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