Pablo Grillo, el fotógrafo que fue víctima de represión por Gendarmería del Gobierno de Javier Milei, saldrá este martes de la unidad de terapia intensiva del Hospital Ramos Mejía para continuar su rehabilitación en el Hospital Manuel Rocca. Así lo adelantaron sus familiares, quienes han acompañado de cerca la evolución del joven.

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Por su parte, el Hospital Ramos Mejía ultima los detalles para el alta de Grillo de terapia intensiva. Posteriormente, el joven será trasladado a Rocca, institución especializada en rehabilitación neuromotora y sensorial, dedicada a patologías relacionadas con el sistema nervioso central y periférico.

El traslado representa un positivo en la recuperación del fotógrafo, quien ha enfrentado un arduo proceso tras la grave agresión que le provocó fracturas de cráneo y pérdida de la masa encefálica.

El joven trabajador de prensa fue intervenido quirúrgicamente en varias ocasiones después de que un cartucho de gas lacrimógeno, disparado por efectivos de Gendarmería, impactara en su cabeza el pasado 12 de marzo. El incidente ocurrió en medio de una protesta de jubilados en el Congreso, evidenciando la brutalidad de la represión estatal contra manifestantes pacíficos.

El pasado martes, comenzó el trabajo pericial para determinar si las lesiones producidas por el disparo del cartucho de gas pusieron en peligro la vida del fotógrafo Pablo Grillo durante la represión en la Marcha de los jubilados.

Días antes, Grillo fue sometido a la sexta y última operación. Entonces, le colocaron una válvula y un catéter para desviar el exceso de líquido cefalorraquídeo al abdomen, pero al salir todo bien no se pospuso la nueva investigación.

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