El presidente de Chile, Gabriel Boric, desmintió el martes 3 de junio que su Gobierno enfrente posibles sanciones diplomáticas o comerciales por parte de Estados Unidos debido a su postura crítica hacia Israel y su matanza de civiles palestinos, especialmente tras la reciente retirada de los agregados militares chilenos en Tel Aviv.

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“Tenemos acuerdos sólidos con EE. UU. y una relación diplomática permanente. No estamos arriesgando ningún boicot ni represalias”, aseguró Boric en declaraciones a medios locales, subrayando que actualmente se mantienen negociaciones activas con la Oficina del Representante Comercial estadounidense (USTR) y que el reciente «Chile Day» celebrado en la Bolsa de Nueva York es muestra del buen estado de las relaciones bilaterales.

Los rumores sobre eventuales sanciones surgieron a raíz de las declaraciones del embajador de Israel en Santiago, Gil Artzyeli, quien opinó que las decisiones del Gobierno chileno podrían tener repercusiones económicas, especialmente en las exportaciones al mercado estadounidense. Boric, sin embargo, restó importancia a dichas afirmaciones, calificándolas de infundadas.

Durante su reciente Cuenta Pública, el Presidente anunció que dará urgencia legislativa a un proyecto de ley que prohíbe la importación de productos originados en territorios ocupados ilegalmente por el sionismo. Esta medida se enmarca dentro de una serie de acciones concretas adoptadas por el Gobierno chileno en rechazo a los ataques israelíes sobre Gaza, los cuales han dejado más de 54.000 víctimas civiles, en su mayoría mujeres y niños.

“La condena a Israel no es simbólica, responde a principios éticos y de justicia. Cuando se trata de violaciones a los derechos humanos, he sido coherente y crítico, sin importar si los responsables están en la izquierda o en la derecha”, sostuvo el mandatario, haciendo referencia a sus posturas también críticas acordes al hegemonismo norteamericano frente a otros Gobiernos latinoamericanos.

Con esta declaración, Boric pretende reforzar la posición de Chile en defensa del derecho internacional y los derechos humanos, mientras insiste en que su política exterior no está sujeta a presiones externas ni a cálculos comerciales.

Por su parte, su homólogo brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, reiteró este martes que el Gobierno de Israel está cometiendo un genocidio en la Franja de Gaza. Añadiendo que lo que está sucediendo en Gaza no es una guerra, sino «un ejército matando a mujeres y niños», descartando el falso pretexto del antisemitismo.

«¿(Israel) viene a decir que es antisemitismo? Tiene que parar con ese victimismo, lo que está ocurriendo en la Franja de Gaza es un genocidio, es la muerte de mujeres y niños que no están participando en guerras», dijo Lula en una comparecencia ante la prensa.

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