La República Islámica de Irán reiteró su disposición a adoptar medidas que demuestren la naturaleza pacífica de su programa nuclear y subrayó que no renunciará al enriquecimiento de uranio. Así lo afirmó el ministro de Exteriores iraní, Abbas Araghchi, al tiempo que enfatizó que cualquier exigencia que contradiga los derechos del pueblo iraní será rechazada, reafirmando que enriquecer uranio es un derecho fundamental para Irán.

En este contexto, Teherán expresó su firme apoyo a la propuesta del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) para la creación de una zona libre de armas nucleares en Oriente Medio, una iniciativa en la que Irán se considera uno de sus principales promotores. El diplomático iraní también confirmó que mantuvo un encuentro con el director general del OIEA, Rafael Grossi.

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Estas declaraciones se producen luego de cinco rondas intensas de negociaciones indirectas entre Irán y Estados Unidos, mediadas por Omán, sobre el programa nuclear iraní. La más reciente de estas rondas tuvo lugar el pasado 23 de mayo en Italia.

A pesar de las diferencias persistentes, especialmente en torno a la exigencia estadounidense de que Irán desista de enriquecer uranio, la nación persa manifestó la posibilidad de reducir el nivel de enriquecimiento y expresó que estaba dispuesto a una mayor supervisión de sus actividades nucleares para disipar cualquier duda sobre la índole pacífica de su programa.

Irán firmó, en 2015, el Plan de Acción Integral Conjunto (PAIC) con seis potencias mundiales (Rusia, Estados Unidos, Reino Unido, China, Francia y Alemania), un acuerdo que buscaba reducir su programa nuclear a cambio del levantamiento de sanciones. Sin embargo, la retirada de Estados Unidos del PAIC en 2018 y el restablecimiento de sanciones llevaron a Irán a reducir gradualmente sus compromisos de restringir la investigación nuclear y el nivel de enriquecimiento de uranio.

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