Desde la asunción del Gobierno de Javier Milei, la empresa estatal de telecomunicaciones Arsat enfrenta un proceso de ajuste y desinversión que ha llevado a la desconexión de servicios en localidades remotas, problemas en las estaciones de Televisión Digital Abierta (TDA) y un importante éxodo de trabajadores debido al congelamiento salarial.

LEA TAMBIÉN:

En imágenes: Científicos e investigadores se movilizan contra ajuste de Milei al sector en Argentina

Comunidades que habían sido conectadas en años anteriores, como Doctor Atilio Viglione en Chubut, Ñorquinco en Río Negro, y Medanitos y Antofagasta de la Sierra en Catamarca, hoy se encuentran desconectadas debido a la falta de inversión.

La situación también afecta a las estaciones de TDA en lugares como Mainqué, Puerto Deseado y Villa Ángela, dejando a sus habitantes sin a información y entretenimiento, ya que son a menudo el único medio disponible.

Un operador de red en Arsat, Ezequiel Billiani, lamentó que no puedan enviar gente para solucionar estas fallas.

A esto se suma que los técnicos especializados en la Red Federal de Fibra Óptica (REFEFO) se están yendo y no hay personal para cubrir los reclamos.

En este contexto, unos 150 profesionales, de un total de 700, aceptaron retiros voluntarios, principalmente motivados por los bajos salarios y el congelamiento de los mismos.

Quienes permanecen en la empresa luchan contra un congelamiento salarial que se aplica desde agosto pasado.

Mientras que hasta fines de 2023 los salarios de Arsat se ajustaban según las paritarias del sector de telecomunicaciones, en 2024 pasaron a regirse por los de la istración Pública Nacional y luego se congelaron.

Según la difusión de «Defendamos la Ciencia», los trabajadores están cobrando, en términos reales, menos de la mitad que en noviembre de 2023 por decisión del Gobierno nacional.

Previo al congelamiento, ya existían reclamos judicializados por el incumplimiento de un aumento acordado con FOETRA.

Cabe destacar que un proyecto clave que se encuentra paralizado en Arsat es el del tercer satélite argentino, el ARSAT-SG1.

Este satélite, diseñado para proveer banda ancha en Argentina y países limítrofes, contaría con una inversión de unos USD 280 millones, financiada en un 90 por ciento por un crédito de la Corporación Andina de Fomento (CAF).

El préstamo total de CAF aprobado en 2020 era de USD 243.800.000, al que se sumaría un aporte local. Aunque la Secretaría de Innovación, Ciencia y Tecnología informó que la CAF ha desembolsado USD 160.036.979 y que el satélite tiene un avance superior al 61 por ciento, su lanzamiento estimado se ha postergado a octubre de 2027 y su puesta en funcionamiento a abril de 2028.

No obstante, trabajadores del centro señalan que, si bien el crédito de CAF está ejecutado en un 55 por ciento y facturado por los proveedores del exterior en un 70 por ciento, la diferencia del 15 por ciento no se está pagando, lo que podría llevar a Arsat a entrar en mora con proveedores, enfrentar acciones judiciales y cancelar la entrega de componentes críticos.

EN ESTA NOTA: