La estrategia es clara: fomentar el caos, provocar hambre extrema y luego culpar a Hamás de la crisis.

Soldados israelíes destruyeron alimentos en Cisjordania ocupada el jueves 22 de mayo mientras 15 camiones de ayuda del PMA (Programa Mundial de Alimentos) han sido saqueados en Gaza. Mientras tanto, el número de muertos a causa del sionismo sigue aumentando.

«Es cada vez más preocupante y dolorosa la situación en la Franja de Gaza. Renuevo mi apremiante llamamiento para que se permita la entrada de digna ayuda humanitaria y se ponga fin a las hostilidades», señaló el sumo pontífice.

Con todos los hospitales públicos del norte de Gaza fuera de servicio, la situación sanitaria está en un punto crítico y se reportan las noches más sangrientas desde el 7 de octubre.

Mientras aumentan los niveles de hambre a nivel mundial, con un estimado de 343 millones de personas que se enfrentan a graves niveles de inseguridad alimentaria, las raciones que podrían abastecer a 3,5 millones de consumidores durante un mes corren el riesgo de caducar.

El informe fue publicado por la Red Mundial contra las Crisis Alimentarias y el mismo detalla que en 2024, 295 millones de personas en 53 países sufrió hambre aguda.

«(…) la gente está muriendo de hambre, enferma y muriendo, mientras que los alimentos y las medicinas están a minutos de distancia, al otro lado de la frontera», afirmó director general de la OMS, Tedros Adhanom.

En las últimas 24 horas, los hospitales de Gaza han recibido los cadáveres de 77 personas, junto con otras 275 víctimas lesionadas, como consecuencia de una agresión recrudecida.

Casi 5 millones de niños y madres lactantes sufren desnutrición aguda. Sudán es también el único lugar del mundo donde se ha confirmado la hambruna.

El 90% de la población gazatí enfrenta escasez crítica de agua, alimentos y medicinas, además, los civiles sufren constantemente abusos físicos, psicológicos y sexuales.